Desde los albores de su existencia el hombre creó un vínculo divino con la vid ancestral, una unión con la naturaleza que solo puede existir con un trato humilde, paciente y amoroso hacia sus frutos.
Primate nos invita a celebrar nuestros origenes y despertar nuestros sentidos por medio de sus vinos.
Vino producido en el Valle de Guadalupe, al norte de Ensenada.
Enóloga: Laura Chiappella.
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